«Un cambio personal, de estación, de clima, de sentir, representado a través de un pez que quiere volar y desarrollar esa capacidad para salir y ver el mundo desde una perspectiva distinta» fue la inspiración detrás del tercer álbum de Siddhartha, músico independiente tapatío. En Grita, tuvimos la oportunidad de platicar con él respecto a esta producción que cuenta con dos nominaciones al Grammy Latino.
«El Vuelo del Pez lo compuse en un período en el que me estaba mudando y estaba saliendo de una relación que tuve por un buen tiempo. Gran parte del disco refleja ese periodo de cambio entre un ciclo y otro, que coincidentemente casi siempre va de la mano de mis discos» comenta Siddhartha, quien se aisló en Hacienda Estudio para lograr este álbum.
Acerca del lugar señala: «Tiene mucha magia, mucha onda. Estar ahí reclutados durante mes y medio, la convivencia con los músicos que nos acompañaron, la gente que vivía en La Hacienda, el dueño, que fue alguien que también le puso ahí azúcar al resultado… creo que no hubiera podido ser nada de ese disco si no hubiéramos pasado por ese filtro. No sé si lo repetiría porque me gusta un poco cambiar las locaciones para llegar a sentimientos distintos».
El aislamiento fue un factor muy importante, el músico indicó: La Hacienda está en medio de la nada, teníamos muy poca comunicación con el exterior. Tenía ese sentimiento de estar en un lugar muy pacífico, muy tranquilo, muy silencioso, rodeado de naturaleza. Me dio esa sensación de buena onda, de paz, y por otro lado, pasamos ahí la Navidad, Año Nuevo».
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El tema «El Aire» está nominado al Grammy Latino por «Mejor Canción Alternativa», y fue compuesta junto a Jesús Báez Caballero, quien fuera compañero de Siddhartha en Zoé. «Él y yo somos amigos desde hace mucho tiempo y siempre hemos tenido una buena comunicación y una buena química musical. Él estuvo quedándose en mi casa algunos días en una ocasión que vino a Guadalajara y en medio del cigarro y las copas de vino, empezamos a tocar. Él agarró un teclado, yo otro y de pronto esto se transformó en una canción que ahora está nominada al Grammy y la verdad es que surgió en 15 minutos».
Sobre su canción favorita del disco, afirma: «Hay canciones que me gustan más que otras en ciertos sentidos. Por ejemplo, ‘Una señal‘ me gusta mucho el mensaje que tiene, la letra, pero hay otras con las que también me siento identificado. ‘Infinitos‘, entre la letra y la música aterrizaron todas mis emociones en ese momento. Al final es difícil elegir sólo una, todas son canciones que expresan una parte musical y personal de mí, en todas me veo reflejado».
El Vuelo del Pez está nominado como Mejor Álbum de Música Alternativa. La reacción de Siddhartha ante la noticia fue: «La natural, de gusto, de nervios, de sorpresa evidentemente porque no amaneces todas las mañanas con una nominación al Grammy. Es algo que tampoco se espera o se planea».
Uno de los contrincantes del tapatío es su buen amigo Caloncho, sobre competir contra él, menciona: «De alguna manera lo veo como que si gana él, o gano yo, o ninguno, va a ser lo mismo. Al final, es como si yo tuviera cuatro nominaciones, dos directas y dos indirectas de un proyecto que de la misma manera trabajé, grabé, también compuse, produje, mezclé, toqué instrumentos. Es una extensión de mi trabajo este proyecto de Fruta, creo que por los dos lados me veo beneficiado».
La producción es otra de las facetas del artista. «La he ejercido los últimos tres, cuatro años. Me gusta mucho pero también me absorbe mucho, lo hago únicamente con proyectos con los que me siento muy identificado musicalmente. Ahora estoy produciendo el nuevo disco de Technicolor Fabrics y la segunda parte del disco de Caloncho. En realidad en mi haber como productor no hay muchos discos en mi currículum, pero los que hay, han quedado bien chidos» menciona mientras ríe un poco.
Pero la composición es sin duda el fuerte de Siddhartha, lo describe como: «un proceso muy aleatorio, no tengo una formula específica, a veces lo hago a través de una guitarra, un piano, una batería, o en un celular. Últimamente es la herramienta que más utilizo porque es la que me sirve en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Lo describo como un proceso en el que me llegan ideas, melodías, canciones a mi mente y mi trabajo está en aterrizarlas de la mejor manera».
Esto no siempre es fácil. «Casualmente, una de mis canciones favoritas de El Vuelo del Pez, se llama ‘El Deshielo‘ y me costó mucho trabajo. Estuve muy cerca de desecharla del disco porque me gustaba mucho la música, pero no me gustaba como embonaba la melodía de la voz con ella y días antes de que termináramos esta producción, me vino a la mente tanto la letra como la melodía y todo se solucionó para bien».
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A veces, Siddhartha recurre a ideas que surgieron en producciones anteriores, aunque «en realidad yo no las veo como canciones que pertenecen a un disco sino como canciones que yo he hecho a través del tiempo. Eran canciones que en el proceso de Náufrago no llegué a terminar de trabajar, no es que las hubiera descartado porque ya no me gustaran. Por ejemplo, ‘Ecos de Miel’ se quedó en una maqueta, el tiempo me empezó a ganar y ya no se pudo quedar. De pronto, cuando estoy haciendo un nuevo disco escucho esas viejas ideas, las rescato y si funcionan las vuelvo a peinar y ejecutar, y si no, se irán quedando en el baúl, quizá algún día tengan un fin o quizá puedan ser la canción más importante de mi siguiente disco. Se van filtrando ellas solas y hasta que tienen ese periodo de madurez salen, es casi casi como un fruto que no puedes cortar hasta que no lo veas maduro».
Sobre su propia madurez como músico, opina: «Yo estaba muy habituado a únicamente trabajar detrás de los tambores, de pronto cambió esto y me transformé en el portavoz de un proyecto. Conforme ha pasado el tiempo he podido adquirir mejor mi rol, he aprendido mucho como músico, de los shows, de los colegas, de producir a otras personas, he aprendido qué no debo hacer. Toda esta carrera desde que empieza hasta el día que te mueres es un aprendizaje constante, es darte de golpes, acertar a veces… y no para, hay que estarse reinventando, es un proceso complejo».
En el camino, Siddhartha ha conocido nuevos públicos y ciudades, por ejemplo, está a punto de ir por primera vez a Colombia. «Es como empezar de nuevo, como la primera vez que ibas a presentar tu disco a alguien que nunca te había escuchado. En este caso no voy tan desnudo en este sentido, pero sí tengo la emoción de la experiencia nueva. Cada ciudad me he dado cuenta que te da una experiencia distinta, hay lugares donde se nota el carácter de la ciudad en el público, en mi caso tengo la suerte que casi toda la gente que le gusta mi música es muy entregada hacia el proyecto, lo abrazan y lo quieren, no nada más escuchan. Hay ciudades donde le ha ido increíblemente bien, es un público que constantemente nos está viendo, no sé… Puebla, evidentemente el D.F., se me ocurren un montón, pero sería como decir que las demás no. Más bien disfruto de la experiencia de tocar en donde sea y hay ocasiones en las que las cosas van más a favor que otras, pero por cuestiones circunstanciales».
El jalisciense es una persona muy ocupada, pero al final el resultado siempre hace que todo valga la pena. «Estoy terminando un proyecto alterno que se llama Cometa, lo estaré presentando probablemente el siguiente año. Sigo trabajando en composiciones propias nuevas, estoy terminando de producir el disco de Technicolor Fabrics. Trato de calendarizar bien, no todo mi tiempo, sino mi estado de ánimo, ver la manera en la que puedo solucionar un poco de todo, porque no quiero dejar de hacer ninguna cosa. Estoy muy contento de poder trabajar y vivir de lo que me gusta hacer».
Siddhartha se despide, no sin antes recordarnos sus redes sociales:
