Esto No Es Berlín, el largometraje del director mexicano Hari Sama llega a las salas de cine este 12 de diciembre, con la participación de Xabiani Ponce de León, José Antonio Toledano, Ximena Romo y Marina De Tavira, para deleitar al público con una historia sobre el autodescubrimiento adolescente a en la década de 1980. Entre sexo, alcohol y rock and roll, la película deja ver un escenario de la contracultura mexicana digna de ser contada.
“Esto no es una promesa al aire, Esto No Es Berlín”
México, 1980; ese es el escenario que la película mexicana Esto no es Berlín nos ofrece en pantalla. Introduciendo a Carlos, un chico que está por cumplir la mayoría de edad y que no se siente parte de algo. Un buen día descubre un mundo de contracultura que tiene lugar en el mítico bar “El aztec”, en alguna parte de la Ciudad de México. Envuelto en esto gracias a Rita, la hermana de su mejor amigo, Carlos logra encontrar un círculo al cual pertenecer y desarrollarse como persona.
Siendo una película casi autobiográfica, Hari Sama busca exponer mediante el séptimo arte una parte muy importante de su vida. Logrando compartir el autodescubrimiento de su adolescencia vivida en los ochenta. Siendo acogido por un grupo de artistas que al final se volvieron familia y lo formaron al día de hoy.
Dejando ver un México de 1980 que pocos vivieron y cómo es que él lo vivió. Acompañado de sexo, alcohol y drogas; el descubrimiento personal, a una edad clave, es la línea principal de este relato actuado.
El soundtrack de una generación
Entre tonos rojizos y una vida nocturna, la banda sonora de Esto no es Berlín se compone, en su mayoría, de sonidos a la new wave. Encabezando la lista del soundtrack deslumbra Breaking the Law a cargo de Judas Priest, seguido de exponentes como Ten Years After, Joy Division hasta llegar a Fade to grey de Visage. No dejando de lado su banda principal, Manifiesto Dadá; grupo por el cual se desarrolla la historia en el mítico bar “El aztec”.
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