¿Te imaginas despertar y tener atornilladas a tus manos un par de pistolas?. Qué extraño, ¿no?. Sumado a eso, descubres que ahora eres participante de un reality show, en el que tienes que matar a tu oponente antes de que te mate a ti. ¿Confundido?. Bueno esa es la primicia que Guns Akimbo nos presenta para enfrentarnos a un mundo hiperviolento.
Guns Akimbo la huída del baño de sangre
Introduciendo a Miles (Daniel Radcliffe), un loser programador de videojuegos, al cual la novia ha dejado hace algunos meses y lo único que hace es emborracharse y trollear a la gente del otro lado del monitor. Un mal día es encontrado por Skizm; reality show sanguinario que enfrenta a los mejores sicarios a muerte para lograr el mayor número de espectadores online.
Atornillado a dos armas con 50 balas cada una, Miles tendrá que lidiar con la confusión que ha provocado su rapto y la amenaza de muerte llamada Nix (Samara Weavingque) que tiene que enfrentar o simplemente huir de ella. Una comedia negra llena de sangre y giros de cámara que logran un deleite visual digno de una película de acción.
Una crítica disfrazada de comedia
Si bien Guns Akimbo no retrata severamente la sociedad actual, tiene varios gestos que destacan. Primero hay que hacer énfasis en el hecho de la existencia de Skizm, una plataforma de streaming donde los sicarios se enfrentan a muerte para saber quién es el mejor de todos. Un suceso bastante terrorífico, sumado al hecho de que la audiencia consume de manera desenfrenada la hiperviolencia como algo normal y aceptado. Las notas rojas dejan de ser parte del descontento y la desaprobación para llegar a la rama del entretenimiento masivo.
Una sociedad que vive y respira a través de la tecnología dejando excluida por completo la realidad que los rodea. Creando un mundo de fantasía donde todo lo que pasa en Skizm es “un juego”. Un mundo podrido donde la policía es el principal inversionista de los baños de sangre, que busca no sólo ser local sino expandirse alrededor del mundo.
La creación de sicarios que propone Guns Akimbo apela al sufrimiento de la persona gracias a la muerte de sus seres queridos y muerte inocentes provocadas por la banalidad del dinero y la generación de ganancias; convirtiendo un ser humano en una máquina de disparos e hiperviolencia. Resaltando el hecho de que este es un mundo que se mueve y no le importa mancharse las manos de sangre.
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