Celebramos el regreso de The Hives, autonombrados “la mejor banda de rock que jamás haya honrado la Tierra con su mera existencia”. Desde Suecia, estas leyendas presentan su séptimo LP a 30 años de su formación: The Hives Forever, Forever The Hives, sucesor de The Death of Randy Fitzsimmons, el cual rompió una sequía de 12 años sin un nuevo álbum de estudio.
Esta vez el quinteto conformado por Howlin’ Pelle Almqvist [voz], Nicholaus Arson [guitarra], Vigilante Carlstroem [guitarra], The Johan and Only [bajo] y Chris Dangerous [batería] se ha reagrupado rápidamente, listos para subir el volumen y llevar sus nuevas canciones a los estadios más grandes posibles.
33 minutos, una duración ideal para escuchar este explosivo disco y querer repetir de inmediato. Tomando inspiración de sus giras como apoyo de íconos del rock como The Rolling Stones y AC/DC la banda se aventuró a hacer una especie de grandes hits con este álbum, a través de 13 nuevas canciones que los muestran en la cima de su poderío.
El rock te mantiene joven
A pesar de que ya no es una moda, es imposible ser indiferente a los riffs de The Hives, el primer single “Enough Is Enough” tiene todo lo que amamos de esta banda: es simple, directo, divertido y rebelde. La perfecta introducción a su universo sonoro, el cual ha sabido mantenerse siempre en un punto alto, y no es casualidad, pues en ese largo hiatus supieron esperar el momento adecuado, guardando algunas canciones muchos años y perfeccionándolas primero en vivo. Ese fue el caso de “Paint A Picture” y “Bad Call”.
Si bien su colaborador habitual Pelle Gunnerfeldt (Viagra Boys, Yung Lean), grabó y produjo la mayor parte del material en el estudio de Benny, de ABBA, Riksmixningsverket, se unieron nuevas fuerzas como la del legendario Mike D, de los Beastie Boys, quien le dio nuevos aires a su proceso y hasta logró ponerlos nerviosos.
Checa la entrevista que tuvimos con Chris Dangerous
Siempre elegantes y con una arrogancia digna de los emperadores del rock, la agrupación también ha sabido adaptarse perfectamente a las redes sociales, sirviendo looks, comedia, y memes de forma muy natural.
Desde los tracks más punks como “Hooray Hooray Horray”, la veloz “O.C.D.O.D”, a los más indie rock, como el que cierra el álbum, todo de nuevo se siente muy The Hives. Pero bien dicen que si no está roto no lo arregles y estos suecos han sabido exactamente cómo mantener todo lo que los ha hecho grandes sin perder su esencia y sin dejar de divertirse en el proceso, demostrando que si esto se mantiene honesto, el rock nunca morirá. Tenemos The Hives para rato, para siempre.