Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta
Dice la canción: «Cause yesterday’s got nothin’ for me». Para Axl Rose y Slash, Dizzy y Duff, el mañana tuvo mucho para ellos tras su separación y posteriormente su reunión en este 2016.
Pasaron 24 años, muchos kilos, crisis, festivales, colaboraciones y discos para que la mitad de la banda se volviera a reunir para iniciar una gira que tendría una de sus paradas en México. No son todos, pero están los que deben ser, pues desde sus inicios, Duff, Slash y Axl fueron las cabezas principales de «Los Guns».
El concierto empezó a las 20:30 en punto con The Cult, banda que no se dejó intimidar por la tormenta que cayó en el Foro Sol, pero que provocó que la gente se preocupara más por resguardarse del agua que por ponerles atención; un acto que pasó sin pena ni gloria.
Poco a poco se fue llenando el foro, la gente iba entrando con mucha calma pues suponian que por la fama que tiene Axl, el concierto se retrasaría minutos y tal vez horas como sucedió en su última visita al Palacio de los Deportes, pero para sorpresa de todos, a las 21:25 (5 minutos antes de lo planeado) empezó a sonar la música de los Looney Tunes mientras un letrero de luz neón intermitente iba formando el logo de la banda.
De pronto se apagan las luces, se escucha un «Hola», la gente grita, sale Slash, sale Duff, toda la banda y empieza a tocar «It’s So Easy». Al fin Guns N’ Roses con Slash y Duff de nuevo en el escenario, los recuerdos volvieron, la época de secundaria o primaria, las canciones dedicadas, los videos en MTV a la hora de la comida mientras te cambiabas el uniforme de la escuela, tus cassetes de Mixup en tu Walkman con audífonos de esponja.
Ahora los fans ya no se visten igual, muchos venían directo de la oficina, las melenas largas ahora son sustituidas por una brillante calva, los videos de MTV ahora los ven por YouTube y el Walkman ahora es un Smarphone que sostienen sus hijos que les toman fotos con el escenario de fondo mientras suena «Mr. Brownstone».
Axl no es el mismo joven de antes, viene lastimado y se encuentra en un trono, uno hecho de guitarras similar al de uno de los actuales titanes del rock llamado Dave Grohl, que se lo prestó física y metafóricamente para que conquistara el mundo en esta gira. Suena «Chinese Democracy» y la gente sigue llegando, ya no cabe un alma en el Foro Sol.
Esto no es impedimento para que al menos de la cintura para arriba, Axl siga haciendo ese movimiento de caderas que conquistó miles de fans en los 90. Viene un descanso, sale una enfermera sexy a darle agua a Axl mientras Slash toca una nota con un delay que hace sospechar a todos que acabamos de entrar a una jungla.
Slash deja caer como bomba el riff que le dio el salto a la fama a la banda, «Welcome To The Jungle». Empiezan los gritos, llantos, ojos rojos y manos en la cabeza como si se estuviera presenciando una epifanía. Axl lo nota y se emociona, incluso se quiere parar de su silla y como pocas veces, lo vemos sonreir.
La banda sigue repasando su discografía y no deja ir ningún éxito que los marcó a ellos y a sus fans, a continuación suena «Double Talkin’ Jive» y sigue «Estranged» que con sus 9 minutos de duración erizó cada átomo de los presentes que corearon hasta los solos de guitarra de Slash.
Para seguir con la racha de éxitos siguió «Live And Let Die», cover a The Wings que con un espectacular show de fuegos pirotécnicos que hizo sentir al público como cuando tenía 15 años. Con «Rocket Queen» y «You Could Be Mine» la adrenalina subió al máximo entre saltos y mini slams en la zona de pista.
A continuación Axl Rose presentó a la banda y le dejó el micrófono a Duff McKagan quién revivió «Attitude», un éxito de The Misfits que aparece covereado en el último disco en el que participó con Guns N’ Roses, The Spaghetti Incident. Tal parece que este descanso de 3 minutos para la voz de Axl sirvió para que tomara aire y ejercitara sus cuerdas vocales pues al continuar con «This I Love» lo vimos ejecutar notas altas como en sus años dorados junto a unos visuales que mostraban sensuales siluetas femeninas que encajaban perfectamente con la power ballad en cuestión.
Cabe destacar en este punto que todas las críticas que caían Axl antes de este show se vinieron abajo pues demostró que la calidad vocal la sigue manteniendo.
Un silenció que continuó con el sonido e imagen de un electrocardiograma puso a la audiencia en «Coma» para descansar un poco de las poderosas canciones de la primera parte del concierto y que antecedió al mítico solo que Slash interpreta en todos sus conciertos, «Speak Softly Love (Tema de El Padrino)» y en el cuál nos dimos cuenta que a pesar de no ser el guitarrista más virtuoso del planeta, es uno de los grandes músicos de nuestra época, pues su conexión con la guitarra es única, con él no escuchamos notas, escuchamos a su alma.
Al fin llegó uno de los momentos más esperados de la noche, un riff que suena en bares al menos 20 veces a la semana. «Sweet Child O’ Mine» provocó gemidos, aullidos y llantos de los miles de fans que usaron el air guitar para tocar junto a Slash el mítico riff y solo.
Un silbido del lejano Oeste fue la señal para iniciar «Civil War» que con una bandera negra ondeante que se fundia entre imágenes de guerra provocó sacar los encendedores con nostalgia.
Al terminar «Better» el staff sacó un piano al escenario, lo cual sólo significaba una cosa, el momento más esperado de la noche, «November Rain». La lluvia había terminado en la Ciudad de México pero en la pantalla del escenario veíamos a Axl tocar la legendaria introducción detrás de una tormenta simulada que le puso más emoción a este gran hit. «Knockin’ Of Heaven’s Door» y «Nightrain» cerraron este setlist que no fue suficiente para el público que a gritos pidió que la banda saliera una vez más para terminar de sellar esta noche inolvidable.
Con «Patience», las dedicatorias y abrazos entre novios se hicieron presentes, muchos recordaron su primer amor… o desamor. Axl rió irónico sobre la letra de la canción mientras la interpretaba a un lado del escenario en una silla alejado de todos.
La noche sólo podría cerrar de manera salvaje así que invocaron a los dioses de The Who para tocar su legendaría «The Seeker» y cerrar con «Paradise City» que aunque es una canción que hace bailar y saltar, los fans que ya superan en su mayoría los 40 años ya no podían moverse después de todo lo que había sucedido.
Sin duda fue una noche legendaria que dio «cachetada con guante blanco» a todas las críticas que circularon semanas antes, como la puntualidad de Axl, su capacidad vocal o la capacidad y caducidad de la banda. Gun N´Roses no es lo mismo que antes, pero sin duda demostraron por qué ayer llenaron el Foro Sol. ¡El rock no ha muerto y Guns N’ Roses tampoco»
SETLIST
It’s So Easy
Mr. Brownstone
Chinese Democracy
Welcome to the Jungle
Double Talkin’ Jive
Estranged
Live and Let Die
Rocket Queen
You Could Be Mine
Attitude (Misfits cover)
This I Love
Coma
Speak Softly Love (Love Theme From The Godfather)
Sweet Child O’ Mine
Civil War
Better
Jam («Wish You Were Here»)
November Rain
Knockin’ on Heaven’s Door
Nightrain
Encore:
Patience
The Seeker (The Who cover)
Paradise City