Un golpe de nostalgia con División Minúscula

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Volver en el tiempo es tan sólo una de las mágicas cosas que podemos hacer durante un concierto, pero lo ocurrido el pasado sábado en la Carpa Astros fue una doble dosis de nostalgia que es poco probable se repita en un largo tiempo. Era como si los ahí presentes vistiéramos nuestros uniformes de primaria/secundaria. Probablemente a algunos otros los remontó a la prepa.

Es impresionante que -aunque nos haga sentir viejos- División Minúscula ha estado ahí por casi la mitad de nuestras vidas, como ocurre con los mismos integrantes de la banda de Matamoros. En algunos casos hasta más. Sin ellos, probablemente ni Camiches ni Sputnik estarían ahí tal cual los conocemos. Mismo caso con Tungas y Tolidos, cada agrupación tiene un lazo importante con la banda y por esa razón fueron los chambelanes de honor para el 15 aniversario de Extrañando Casa.

Los fans llegaron desde temprano para ver a las agrupaciones invitadas y cantaron la gran mayoría de sus canciones, que aunque se oían fuerte y claro, no se comparaba con lo que estaba por suceder. El azul en las luces y la portada de su álbum debut nos regresó a inicios del nuevo milenio y que el disco se interpretara en su totalidad en perfecto orden desbordó la felicidad del abarrotado foro.

«Por nada en el mundo cambiaría los últimos años» dijo un conmovido Javier Blake antes de comenzar «Feliz primer aniversario». Saber el setlist hacía que algunos se emocionaran antes de tiempo y por si los flashbacks no fueran suficientes para este momento, apareció Mariana de Elli Noise durante «Betty Boop» para hacer todo aún más fiel al disco. Sin duda esa tarde volvió el dolor.

«Cursi» y «Simple» sonaron en la recta final y fueron de los temas mejor recibidos. La banda abandonó el escenario. Pasado el «tupa-tupa», era momento de los guitarrazos del Defecto Perfecto. Las luces rojas lo indicaban, División estaba de regreso.

Sin duda «Sismo», «Veneno es antídoto (S.O.S)», «Cada martes» y «Sognare» siempre serán de las favoritas, pero lo increíble era poder cantar a todo pulmón temas como «N-Amigo» y «Mi ‘escena’ empieza y termina conmigo». Incluso Kiko se puso nervioso al inicio del tema, pero con el apoyo del público, todo salió a flote. «Tuvimos algo grande, o en realidad pequeño, pero era nuestro» resonó en toda la carpa.

«Me tomé una pastilla» cerró con bastante melancolía el festejo. Llegó el momento de la incertidumbre. ¿Qué seguiría, cuántas canciones más? La respuesta: «Frenesí» (de su más reciente EP) y «Voces» del homónimo (su último álbum de estudio), donde las bandas amigas compartieron escenario con DM. Javier agradeció en cada momento a los presentes por ser parte de esa gran familia y después de tantos recuerdos, todos volvimos al presente, al 2017, con ese incómodo momento en el que los años pesan y de golpe sufrimos los estragos de nuestra euforia al terminar el concierto.

Fotos por Alejandra Pérez Siete @aperezsiete

 

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