A lo largo de los años, Green Day ha mantenido su relevancia en la escena musical, lanzando álbumes como «21st Century Breakdown» (2009), la trilogía «¡Uno!, ¡Dos!, ¡Tré!» (2012) y «Revolution Radio» (2016). La banda ha dejado una huella duradera en la música con su estilo irreverente y su capacidad para evolucionar sin perder su origen punk.
Después de lo que parecía una exploración por nuevos sonidos y un estilo más “pop”, Father of All Motherfuckers (2020) ahora parece más la antesala a la revisión sobre el agitado presente que viven Billie Joe Armstrong (voz y guitarra), Mike Dirnt (bajo) y Tré Cool (batería), en la voluble Norteamérica contemporánea.
Saviors, es la decimocuarta placa de la agrupación originaria de Berkeley, California, un logro que pocas agrupaciones pueden replicar con orgullo, después de casi 4 décadas de trayectoria.
Con este nuevo material en lugar de enfrascarse en las mismas fórmulas y estilos que los han hecho conocidos a lo largo de estos años, han decidido explorar sus influencias en vínculo con su sonido ,para llegar a confeccionar un material que es realmente entretenido de escuchar.
Green Day es considerado uno de los actos más influyentes en la escena del punk rock y ha dejado una marca significativa en la historia de la música.
Por momentos el álbum cohesiona su engreída ferocidad punk, que coquetea entre riffs saturados muy a su etapa noventera, los siempre bien recibidos enfurecidos gritos de Billie Joe, atmósferas de rock & roll clásico de los 50s o la grandeza sonora del rock de estadio.
Cabe destacar que Green Day no ha perdido su incisiva crítica social/política a lo largo de todos estos años, en Saviors podemos ver acercamientos a su perspectiva en temas como el MAGA (Make America Great Again), sátira al conservadurismo o su crítica a la carrera espacial que se lleva al medio ambiente como principal víctima.
Pero más allá de aleccionar o ser una advertencia hacia el destino de estos tópicos, Green Day solo ha decidido mantener una posición satírica (como siempre los ha caracterizado). Al igual que el Bufón en la corte real, se limita a señalar lo absurdo incluso al punto de la crítica, esto sin dejar la burla a un lado, como el niño en la portada riendo ante el caos que lo precede.