Por Antonio Morales
Hace unos años Little Jesus comenzaba a llamar la atención por su singular sonido, el cual, sería nombrado como “tropi pop”. Berlín, Químicos, Azul o Pesadilla, piezas desplegadas de su álbum debut Norte (2013), son siempre una fiesta tanto en el escenario, como por el enérgico público que nunca se cansa de brincar y bailar al ritmo de estos ya emblemáticos temas de la agrupación. Río Salvaje (2016), nos demostró que LJ no solo son guitarras pegajosas, las secuencias y los sintetizadores cobraron una mayor importancia en este material, dando como resultado temas un tanto psicodélicos como el caso de La Luna o Trágame Tierra.
La primera y segunda llamada fueron anunciadas mientras eran repartidos los programas de la función
El Teatro de La Ciudad Esperanza Iris, fue testigo de una de las presentaciones más memorables en la trayectoria de Little Jesus. Con localidades agotadas el recinto de Donceles comenzaba a llenarse, la velada era algo especial, una gran parte de los asistentes vestía de manera formal, camisas, corbatas, sacos, vestidos largos y vestimentas de gala desfilaban desde la entrada del teatro, hasta los lugares que poco a poco se ocupaban. La primera y segunda llamada fueron anunciadas mientras eran repartidos los programas de la función, poco a poco los músicos que integran la Orquesta Fantasma tomaban sus respectivas posiciones, la energía que se desprendía era totalmente positiva, pues la Orquesta intentaban formar una “ola” que recorriera todo el teatro.
El inicio para que las secciones de cuerdas, metales y percusiones entrarán en acción
Una vez que todo mundo ocupo su respectivo asiento, la tercera llamada fue anunciada, las luces de sala se apagaron y la directora de la Orquesta Fantasma, Josefa de Velazco, tomó su posición. Con unos breves movimientos de batuta se marcó el inicio para que las secciones de cuerdas, metales y percusiones entrarán en acción e interpretarán una obertura que dio pie a Nuevos Amigos ya con LJ sobre el escenario. Al terminar esta primera canción los aplausos no se hicieron esperar, seguidos de Mala Onda y Nuevo México, esta última con la colaboración de Jay De La Cueva. La primera parte del concierto ocupo casi en su totalidad canciones pertenecientes a Río Salvaje, siendo La Magía una de las canciones más coreadas de la velada y Sur la encargada de dar paso a un intermedio.
La Orquesta Fantasma y Little Jesus se situaron nuevamente sobre el escenario para tomar sus instrumentos y reanudar con Norte, los invitados aparecían conforme eran recorridos los temas del debut de la agrupación, Carla Sariñana a.k.a Silver Rose, Manzanas de Los Romaticos de Zacatecas, Julio de The Plastics Revolution, acompañaban en esta celebración, mientras los arreglos orquestales sorprendían a todo mundo, era una grata sorpresa el escuchar lo bien que convergían con el estilo de Little Jesus.
La Orquesta fantasma sabía que esto era una fiesta
Santiago invitó al público a dejar sus asientos y acercarse al escenario “nadie los va a regañar, vengan a celebrar”, no faltó repetirlo para que la audiencia le tomara la palabra. La Orquesta fantasma sabía que esto era una fiesta y varios de ellos en ocasiones alzaban sus instrumentos y los movían al ritmo de los temas. Mientras era interpretada TQM, una lluvia de rosas proveniente de todo el público caía sobre el escenario. Los gritos y aplausos inundaron el lugar, la banda se despedía sin no antes mostrar su agradecimiento con la directora de la Orquesta Fantasma y todos los que la conforman.
Durante la función Santiago mencionó: “Estamos haciendo una locura”, tal vez sea cierto, pero el punto es que se atrevieron a realizarla y la pudieron lograr, no debe ser fácil coordinar a una considerable cantidad de músicos y que esto llegue a tener un tan satisfactorio resultado. Sin duda los integrantes de Little Jesus están encaminando en un muy buen camino al proyecto y se les desea el mejor de los futuros y sin duda esperaremos a las nuevas sorpresas que nos puedan estar preparando.
