Hipnosis: métodos para producir el sueño artificial

Los amantes del garage y la psicodelia fueron sorprendidos por la primera edición del festival Hipnosis. A pesar del frío, los fans más clavados llegaron desde temprano para disfrutar de las bandas nacionales que abanderan estos géneros: Virtual Haze, Viv & the Sect y Cascabel.

El ambiente festivalero comenzó a sentirse hasta que GØGGS apareció en el escenario. El proyecto alterno de Ty Segall era lo más punk del día y abrió el primer mosh pit, pequeño pero necesario. La actitud y calidad de la banda se agradecieron, aunque hubiera sido mejor un horario distinto.

The Mud Howlers nos transportó a su tierra natal en el desierto de Sonora y al subir Death Valley Girls los gritos habían aumentado y el frío hacía que todos se apretaran en las primeras filas. Como una brujita, la vocalista nos hechizó y mencionó lo bien que la estaban pasando. Las sinceras sonrisas en todos los integrantes indicaban que no mentía.

Siguió el turno de The Coathangers. Uniformadas de blanco se adueñaron del festival y poco a poco conquistaron a los presentes. La mezcla de culturas se dio cuando unos enmascarados aparecieron en el escenario y Crook Kid nos hizo gritar: ¡ehhhhhh puto! La presentación de este enérgico trío —que no temía rotar instrumentos— terminó con varios circle pits y mucha alegría.

El amor descontrolado por Ty Seagall se notaba en la enorme cantidad de ocurrencias que gritaban desde las primeras filas. El segundo round del californiano en Hipnosis mejoró considerablemente si hablamos de ambiente pues el crowd surfing no paraba.

La puntualidad en los horarios incluso jugó a su favor pues al terminar su set 15 minutos antes de lo acordado, aprovechó para tocar las «viejitas pero bonitas». Sin duda la mejor parte de su presentación. Ty se despidió pero el público pedía otra, así que aún con unos minutos de sobra regresó para un último tema. Probablemente fue el set favorito de una gran parte del público.

Algunos otros se encontraban más entusiastas por lo que The Black Angels nos tenía preparados. La experiencia visual era inmersiva y desconcertante. La hipnosis había comenzado. Luces estroboscópicas ayudaron a producir el sueño artificial en los asistentes durante un viaje de más de una hora que dejó a los más clavados satisfechos.

Fue más que obvio que el Black Rebel Motorcycle Club era el headliner del día pues fue el único set dónde se escuchaba a la gente corear las canciones. «Beat the Devil’s Tattoo» nos ayudó a combatir el frío. También la sensualidad de Robert Levon Been arrebató muchos gritos. Entre temas de la producción que estrenarán en enero de 2018 y algunos clásicos como «Berlin» el tiempo pasó rápido. Incluso hicieron un cover a «Jailhouse Rock». BRMC agradeció estar en un festival con bandas que admiran. Al sonar «Spread Your Love» todos saltamos al unísono y el gran cierre vino con «Whatever Happened to My Rock and Roll».

La gran mayoría abandonó el lugar temblando y esperando llegar a un lugar calientito lo más pronto posible, pero los necios que les gusta seguir la fiesta encontraron en La redada el after perfecto.

Fotos por Toni François

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