Texto: Fernando Valencia (@fervalencia4)
Fotos: Freddy Campos (@freddorific)
La noche de lunes se vio engalanada por una nueva visita de Travis a nuestro país. La banda escocesa ha pisado el Pepsi Center con anterioridad, pero su capacidad de convocatoria sigue intacta. Miles se dan cita en el recinto del WTC, y aprovechan las pantallas que se encuentran a las afueras para aglomerarse y ver el partido de la selección mexicana.
Mientras tanto, adentro, Reyno aprovecha su sonido amigable y aguanta sin problemas su tiempo en el escenario. Los asistentes los reciben sin problemas, y aunque no despiertan pasiones, tampoco se llevan una mala experiencia.
Una vez que toda la gente ha entrado, y luego de una larga espera, Fran Healy, Andy Dunlop, Dougie Payne y Neil Primrose hacen acto de aparición. Una pantalla blanca en el fondo se ilumina súbitamente con luces monocromáticas, y las cuatro sombras visibles toman sus instrumentos para dar inicio con una velada llena de éxitos y nostalgia.
Travis presenta su octavo disco de estudio, “Everything at Once”, y arrancan con la canción homónima. Aunque algunos corean, la mayoría está ahí para escuchar los clásicos. La banda lo sabe, y tocan un desfile de estos sin pausa alguna. Temas como “Sing” y “Selfish Jean” despiertan por completo a la audiencia, y en muy poco tiempo el lugar se vuelve una locura.
Para cuando suenan los primeros acordes de “Love Will Come Through”, ha quedado muy clara la devoción del público mexicano. Los coros ensordecedores suben hasta el escenario, y provocan sonrisas en los rostros de Fran y compañía, quienes visiblemente emocionados se toman un minuto para agradecer a todos.
Healy comienza con una historia. “Mi padre estaba loco”, explica haciendo ademanes. Sin mucho pudor nos cuenta como solía golpear a su madre, mientras que ella le perdonaba todo el tiempo. “Esta canción es sobre eso”, dice justo antes de que “Re-Offender” comience a sonar.
A continuación, encuentra algunos miembros jóvenes en la audiencia y les dedica “My Eyes”, explicando que fue escrita cuando nació su hijo. La gente aplaude el gesto. Durante “Where You Stand”, Fran Healy pide a un sujeto que lo cargue en sus hombros y, advirtiendo a todos que sean buenos con él, se sumerge entre el mar de gente. Queda listo el terreno para “Closer”, canción que arranca lágrimas y provoca una atmósfera de tranquilidad y amor entre los asistentes.
“Cuando tocas por primera vez con una banda es como cuando conoces al amor de tu vida. Esta canción somos nosotros, hace 20 años en un pequeño pub” dice Healy, mientras la banda inicia con la mítica “All I Wanna Do is Rock”.
Con su maravillosa “Turn”, Travis se despide del escenario entre gritos y aclamos, sólo para volver casi de inmediato con una versión acústica de “Flowers in the Window”. Fran se toma el tiempo para enseñarnos la coreografía de su reciente “Magnificent Time”, y aplaude a todos los que divertidos lo intentan. “Why Does It Always Rain on Me?” marca la catarsis total dentro del Pepsi Center.
Una vez más, los chicos regresan para interpretar “Happy”, y dejan a la afluencia totalmente satisfecha con un concierto de casi dos horas. Mientras nos acercamos a la salida, algunos continúan gritando “I’m so happy ‘cause you’re so happy”, y uno no puede evitar pensar que, por una noche, la canción habla de una banda y sus entregados fans. Ese es el poder de Travis.
