El día de ayer fue muy especial para los amantes del metal en México. Tres generaciones de bandas en un solo escenario, tres bandas para todos los gustosos del metal y sus diversas variedades.
Ghost, una banda relativamente nueva que ha hecho voltear los reflectores hacia ellos, gracias a la magnifica labor que están haciendo, una banda sueca que se está ganando el respeto de las bandas y fans de todo el mundo con su sonido estremecedor, oscuro y psicodélico.
Slayer, con más de 30 años tocando sin parar y siendo una de las bandas más importantes de todos los tiempos, que jamás se ha dejado llevar por tendencias y modas, una banda que mantiene el poder y la chispa desde hace 30 años.
Iron Maiden, simplemente los reyes del género, si Black Sabbath inventó el heavy metal, Maiden lo perfeccionó.
Las expectativas por ver a estas tres bandas juntas era gigantesca y al final fueron superadas, el acto de las tres fue magistral y a continuación te decimos por qué.
Eran las 6 de la tarde y con un cielo nublado, la fila de gente que salía del metro y el estacionamiento era inmensa, las playeras de Maiden y Slayer junto a los chalecos llenos de parches de bandas de metal eran el outfit de la tarde. Alguno que otro se dejaba ver con playeras de Ghost, pero eran los menos.
Poco a poco el cielo se fue oscureciendo por una razón, a las 6:40 iniciaría una misa negra, un ritual de invocación al demonio en el que el Papa Emeritus II seria el encargado de recitar la plegaria mientras sus Nameless Ghouls confeccionarían sonidos ominosos para rendir tributo.
Y así fue, el cielo se enegreció de una manera poco común, el humo invadió el escenario del Foro Sol y sonidos de teclados profundos y ominosos retumbaron por el lugar, era la intro ‘Masked Ball’ de la violinista Jocelyn Pook que daba pie al ritual.
Bajo la lluvia, los Nameless Ghouls salieron y el Papa Emeritus II con una imagen terrorífica pero incompleta pues le habían robado su atuendo, salió al escenario a dar su espectáculo.
Ghost se distingue por tener un sonido muy similar al stoner rock, toques psicodélicos, mucho bajo y distorsión. La recepción por parte de la gente fue magnífica, pues a pesar de no ser una banda tan conocida aun en México, se ganaron la atención del público que al contrario de otras ocasiones con abridores de shows de Maiden y Slayer no son tan bien recibidos. Con una mezcla de canciones de los dos discos en su carrera Ghost hizo lo suyo de manera magistral.
Las 7:40 era la hora para Slayer, la hora de ver a una de las bandas mas potentes de la orbe de nuevo en México en menos de un año. La lluvia no dejaba de caer sobre las casi 50 mil almas que poco a poco seguían llegando al foro el cual aun no lucia del todo lleno. Esta lluvia no increpó a los fans del thrash que se arremolinaban por estar lo mas cerca posible de la banda liderada por Tom Araya y Kerry King.
World Paitend Blood y una manta en el fondo con el nombre de Hanneman escrito junto a la frase Angel Of Death fue el detonante para que hubiera una explosión en el foro que se cimbró hasta los cimientos con un clásico del metal.
La banda siguió demostrando el poder de 30 años de experiencia con Disciple y War Ensemble, pero fue con Mandatory Suicide que paso algo pocas veces visto y que solo ellos, Slayer y nadie mas, ninguna otra banda mas pesada o mas grande puede lograr. Cinco moshpits simultáneos se crearon de manera natural cual tornado en la zona general B que no pararon hasta el final de Dead Skin Mask, fue un momento brutal y salvaje, un momento que incluso dejo ver salir humo del centro de estos remolinos de cuerpos desnudos que danzaban eufóricos a pesar del frío y la lluvia.
La segunda mitad del set de Slayer fue un desenfreno total, lleno de clásicos que provocaban aun mas brincos y gritos de los fans que dieron una demostración de ser los mas aguantadores y entregados a pesar de cualquier inconveniente como el clima de la noche.
Slayer cerró con Raining Blood y angel Of Death, rindiendole tributo al gran y único Jeff Hanneman quien ha sido perfectamente sustituido por Gary Holt de Exodus, al igual que Paul Bostaph sustituye actualmente a Dave Lombardo quien abandonó la banda hace unos meses y dejó un gran hueco en la banda que se hizo notar inmediatamente en su show.
Nueve de la noche, oscuridad, cansancio, sudor, viento y un poco de lluvia.
Ingredientes perfectos para recibir a unos reyes, a unos perfeccionistas, a una de las bandas mas grandes de todos los tiempos sin importar género o nacionalidad. Iron Maiden tomaron el rock que se estaba haciendo a finales de los 70’s, lo pulieron, lo confeccionaron como artesanos de reyes y crearon un sonido que jamás pasará de moda, que influyo directa o indirectamente al 99.99% de las bandas de la actualidad y que siguen tocando como cuando empezaron, con energía y actitud que muchísimas bandas jóvenes de ahora envidiarían.
Reviviendo la legendaria gira Maiden England del 88′ en el la banda promocionaba su legendario disco con influencias progresivas Seventh Son of A Seventh Son, el show inició con un tremendo clásico del rock, Doctor Doctor de UFO fue la introducción con la que se preparó al público para recibir un balazo de energía.
Terminó el clásico de UFO y la voz de Bruce Dickinson acompañado de una guitarra acústica y un sintetizador solo significaba una cosa, el inicio de un gran clásico de Iron Maiden, Moonchild. Tal como en el 88′ esta canción era de las más esperadas de la noche. La ovación de la gente fue ensordecedora y la banda conecto desde los primeros segundos con ello. Steve Harris, Nicko McBrian, Janick Gers, Adrian Smith, Dave Murray y un Bruce Dickinson en una especie de smoking y con un traje de charro, salieron saltando como adolescentes al escenario. La ovación y piel de gallina siguió cuando inicio Can I Play With Madness, otra clásica del Seventh Son.
The Prisoner fue una canción que seguramente la disfrutaron los fans más clavados de la banda y que dio pie a que algunos fueran por algo para refrescarse la garganta después de corear los dos clásicos anteriores. El setlist de la noche fue perfecto, la banda toco todas y cada unas de las canciones que los llevaron a la fama, pues después de The Prisoner siguió nada más y nada menos que 2 Minutes To Midnight, Afraid to Shoot Srangers y The Tropper que ya con una vestimenta diferente de Dickinson, estaba enfundado en un uniforme militar ondeando en lo mas alto del escenario la bandera britanica mientras un ejercito de 50 mil soldados respondían a cada una de sus ordenes.
Si los fans pensaban que después de The Trooper seguiria un momento de calma y tranquilidad con rolas más nuevas, estaban en un error, pues inmediatamente The Number Of The Beast y una rola que hace mucho no tocaba la banda, una que los fans aman y jamás pensaron escuchar en vivo y la cual provocó lagrimas entre algunas asistentes. The Phantom Of The Opera fue de alguna manera uno de los momentos climáticos de la noche, una pieza que hizo olvidar el frío y la lluvia, que hizo olvidar todo alrededor y provocó un trance e hipnosis masivo con cada uno de sus compases.
¿Suficiente de clásicos? Jamás pues cada rola de Iron Maiden es uno, cada rola de ellos evoca un disco clásico, un momento emblemático de la banda y de la música, la noche era larga y el catálogo de la banda infinito. Run To The Hills, Wasted Years, Seventh Son Of A Seventh Son, The Clairvoyant, Fear Of The Dark Iron Maiden. ¡PUM! Pareciera que el concierto duraría toda la noche, las canciones perfectas de la velada perfecta, no faltaba nada, o tal vez si, la banda ya se había despedido del público, pero en México está prohibido despedirse sin salir una vez mas a complacer con otra, oootra, oooooootra canción.
Pensábamos que no faltaba nada, ya se habían acabado los clásicos, ¿qué iba a tocar la banda? ¿Algo viejo? ¿Algo nuevo? Más de 30 años, 40 sencillos y 15 discos de estudio dan para más. Aces High fue perfecta, fue nostálgica, fue todo pero no era el final. The Evil That Men Do y Running Free fueron el sello perfecto, el cierre ideal de una noche llena de todo tipo de emociones y de estilos, una noche de las más frías del año, pero de las más cálidas a nivel emocional. Una noche de ensueño con 3 de las bandas de metal más importantes de la actualidad. ¡¡EL METAL NO HA MUERTO Y NO MORIRÁ JAMÁS!!
