Max & Igor Cavalera reseña y galería de su cátedra de Sepultura en CDMX

Cavalera

Texto: Fernando Barquera
Fotos: Roberto Flores

Han pasado 24 años de la última vez que la Ciudad de México vio y escuchó a Sepultura con la alineación original con Max e Igor Cavalera, par de hermanos de Belo Horizonte. Fueron tres las ocasiones que algunos tuvimos la suerte de estar ahí y atestiguar de lo que hacían Max Cavalera, Andreas Kisser, Paulo Jr. e Igor Cavalera juntos en un mismo escenario.

Cavalera Sepultura México

Primero en 1989 con la gira “Beneath the Remains”, después en 1991 con “Arise”, dos conciertos ÉPICOS que quedaron grabados por siempre en la historia del metal y no podían haber ocurrido en otro lugar más que en “La catedral del meta en México” la Arena López Mateos en Tlalnepantla. La última presentación de esa alineación en México fue en 1994 con la gira “Chaos AD” en el Gimnasio Juan de la Barrera. 

Muchos opinan que con esos tres discos, además de “Roots”, Sepultura vino a reconfigurar el paradigma del metal a nivel mundial, dejando un legado que sigue vivo hasta nuestros días; y para muestra el éxito de esta gira.

Son muchas las razones por la que Sepultura logró ser y significar tanto pues lograron demostrar que se podía hacer algo único, nuevo y diferente es su genero con el estilo y el sello “do Brasil para o mundo” y de paso patearles el trasero a las bandas más importantes del metal a nivel mundial dejando algo en claro: el Metal no tiene dueño o “denominación de origen”.

 

Gracias a la originalidad, fuerza, calidad, talento y la personalidad de cada uno de sus integrantes, Sepultura se hizo grande y escribió su nombre en la lista de las mejores bandas de metal de la historia. 

Tomando en cuenta lo anterior, la cita en el Circo Volador era algo muy especial y digno de presenciar. Una nueva generación, del que en mi opinión, es el público más apasionado, entregado y exigente, se dio cita y respondió al llamado. Había dos o hasta tres generaciones juntas, la gran mayoría seguro no habían nacido o aún usaban pañal o bien, asistían al 2 año de primaria en ese lejano 1996 cuando Max le dijo adiós a su hermano Igor y a Sepultura. Los más jóvenes parecían ser los más emocionados pues por fin podrían atestiguar, con sus propios ojos y oídos, lo que hasta ese día sólo sabían por lo que les habían platicado o visto una y otra vez, por Youtube.

El acceso inició a las siete de la noche y a diferencia de otras ocaciones, la fila se hizo hacia la calle de Guillermo Prieto que para esa hora ya daba la vuelta a la cuadra y parecía no tener fin, un buen presagio de lo que venía; el Circo Volador a reventar.

Pasadas las ocho de la noche comenzó Mexxika, banda originaria de Morelia Michoacan, quienes hicieron su mejor esfuerzo para ir calentando motores. Continuaron los originarios de Tampico,Tamaulipas; Evil Entourage quienes invitaron a toda la banda a darse “unos ver”!”·%%&”@” al ritmo de su death metal concluyendo su presentación a las nueve treinta de la noche. 

Más gente seguía entrando y la energía y expectativa crecía. 

Cerca de las nueve cuarenta se extendió y alzó en el escenario la manta con la imagen de la gira “Max & Igor Cavalera Return To Beneath Arise”; un especie de collage de las portadas de ambos discos y el apellido Cavalera escrito con una de las clásicas tipografías de Sepultura, algo que resulta confuso. 

La gente que abarrotaba el lugar, comenzó a gritar “Cavalera… Sepultura… Cavalera… Sepultura”, gritos y palabras que se mezclaba pero no eran una sola. 

Unos minutos pasados de las diez, el sonido de la guitarra y las atmósfera  que sirven de intro al disco y la canción; “Beneath the Remeins” comenzarían a escucharse para desatar la locura y el inicio de un show  brutal. Macanazo tras macanazo, uno tras otro, directo a la cabeza y los oídos de todos los presentes reventaron en cada rincón del Circo Volador. 

Acá el playlist:

Beneath the Remains
Inner Self
Stronger Than Hate
Mass Hypnosis
Slaves of Pain
Primitive Future
Arise
Dead Embryonic Cells
Desperate Cry
Altered State
Infected Voice
Orgasmatron (cover)
I Believe in Miracles (cover)
Troops of Doom

Encore:

Refuse/Resist
Roots Bloody Roots
Beneath the Remains/Arise

Fue una noche llena de poder y pasión; para unos, la nostalgia, los recuerdos y las anécdotas de tiempos irrepetibles, para otros, el sueño hecho realidad, pero para todos, la oportunidad de ver y escuchar en vivo dos de los discos más importantes de la historia del metal ejecutados por dos de sus creadores; Max e Igor Cavalera.

Max salió y se entregó totalmente, con todas las ganas, dejo ver que a pesar  de sus casi 50 años, una voz que ha retumbado por más de tres décadas en diferentes continentes y con muchos kilos de más, aún se escucha y conserva la magia, sus “manos de fuego” al aire siguen ardiendo, su esencia está ahí. Max Cavalera demostró, una vez más, porqué es y será recordado como uno de los frontman más carismáticos y queridos por el público.

En la batería Igor Cavalera dejó ver que aún está en forma y porqué es y seguirá siendo un referente para muchos bateristas o los que sueñan con serlo. Sigue tocando como se debe y necesita para crear canciones poderosas, a toda velocidad pero con el soporte, ritmo, groove y precisión perfecta. 

Acompañado a los Cavalera estuvieron Marc Rizzo en la guitarra principal, guitarrista que lo ha acompañado en la mayoría de sus proyectos además de estar al inició en Ill Niño.

El show transcurrió y todos los asistente fuimos sacudidos por más de hora y media con esa fuerza brutal que emanaba de el escenario. El publico recibió y regreso esa misma energía a la máxima potencia, de ida y vuelta, la comunión se logró. Tal vez muchos rememorando a una de las mejores bandas de metal que han existido y otros más por haber cumplir el sueño de ver y escuchar en vivo algunas de las mejores canciones de esa leyenda llamada Sepultura.

Un momento simbólico y revelador sucedió cuando Max gritó e invitó al publico a corear todos juntos,“Verdadero… Sepultura… Verdadero… Sepultura”. En mi caso no pude unirme a ese grito porque sé que ni Max e Igor Cavalera juntos o Andreas Kisser y Paulo Jr. por su lado, son “El verdadero Sepultura” ése desapareció después de “Roots” y nunca más volverá.

Al final todos salimos satisfechos y extasiados de una noche que será recordada por mucho tiempo y por todos los que ahí estuvimos. También estoy seguro que algunos hasta dirán… ”Yo pude ver y escuchar al verdadero Sepultura en vivo”.

Ahora solo queda tener confianza de que en el rincón menos imaginado del planeta, hay cuatro o cinco jóvenes músicos con el talento y la magia necesaria e inspirados por el mito llamado Sepultura algún día el metal vuelva a ser tomado, sorprendido y transformado como ellos los hicieron. 

Hasta entonces sigamos disfrutando del “Verdadero Sepultura” y su legado.

Texto: Fernando Barquera. 

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